EFECTO DEL ENTRENAMIENTO PROPIOCEPTIVO EN ATLETAS VELOCISTAS
La velocidad en atletismo es una disciplina especialmente influenciada por la amplitud y frecuencia de cada uno de los movimientos corporales (Cometti, 2002). Para la mejora de ambas, es preciso entrenar mediante contracciones musculares a la máxima intensidad, realizar una correcta biomecánica del movimiento, y obtener cotas elevadas de estabilidad que permitan focalizar y maximizar la fuerza en el gesto de carrera (Cosio-Lima et al., 2003; Lin et al., 2007). Atendiendo a este último factor, ha sido demostrado que en condiciones de inestabilidad la producción de fuerza disminuye considerablemente (Marshall y Murphy, 2006), ya que una contracción precisa y eficaz requiere que el sistema nervioso reciba información adecuada sobre su situación desde los receptores de los músculos, ligamentos, articulaciones y piel (Behm et al., 2002 y 2003). Esta información recibe el nombre de propiocepción y contribuye a percibir las sensaciones conscientes e inconscientes del sentido muscular, el equilibrio postural y la estabilidad articular (Lephart & Fu, 2000).
Se ha demostrado que los atletas se enfrentan a fatigas y perturbaciones continuas que alteran el sistema propioceptivo, de tal modo que la información que es enviada al sistema nervioso central está tergiversada haciendo que la biomecánica se altere y el movimiento pierda su efectividad (Yasuda et al., 1999). Algunos autores coinciden que durante la carrera el huso neuromuscular es el receptor propioceptivo responsable de la ejecución de los movimientos, la postura y el mantenimiento del tono muscular (Fitzpatrick et al., 1994; Ganong, 2004), y por tanto el único modificable por el sistema nervioso central a partir de un entrenamiento propioceptivo (Ashton-Miller et al., 2001).
Con base en ello, gracias al trabajo propioceptivo y a la consecuente modificación del huso neuromuscular como principal propioceptor, se han hallado mejoras en la capacidad de fuerza del atleta al inicio de una acción isométrica (Gruber & Gollhofer, 2004), se ha perfeccionado la ejecución biomecánica en movimientos similares a los llevados a cabo durante el entrenamiento propioceptivo (Ashton-Miller et al., 2001; González et al., 2011), y se ha obtenido un mayor reclutamiento muscular durante la actividad contractil enejercios ejecutados sobre plataforma inestable (Behm et al., 2002, 2003; Marshall & Murphy, 2005; Anderson & Behm, 2005).
Tomado de: Rev.int.med.cienc.act.fís.deporte- vol. 13 – número 51 – ISSN: 1577-0354